Ha habido más de un millón de casos de coronavirus y decenas de miles de muertes en California. Muchos de los niños y familias a los que servimos se han visto afectados negativamente: a través de infecciones, licencias, despidos e incluso la muerte de un ser querido. Luchan a diario con mayores problemas de salud mental y conductual, traumas, inseguridad alimentaria y de vivienda, falta de acceso a WiFi y tecnología, y apoyo comunitario e interpersonal reducido. Estos factores estresantes a menudo obstaculizan su capacidad para superar pasados traumáticos y difíciles.
En esta temporada navideña, utilizaremos cuidadosamente los fondos que se nos han confiado para ayudar a familias como lucía con necesidades como computadoras portátiles para aprendizaje a distancia y servicios de telesalud, así como servicios esenciales de salud conductual que garantizan que los niños y adolescentes puedan prosperar en la escuela y en el hogar.
Para muchos, somos el único sistema de apoyo que les queda, pero juntos podemos marcar la diferencia.